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domingo, 19 de abril de 2015

Sacha Linzer Torte



El día de hoy, fresquito, indeciso entre quedarse en el pasado caluroso o rendirse ante el otoño inminente, me inspiró para hacer esta tarta. No es una tarta más, es una tarta delicada, suave, buena compañera para una bonita tetera en soledad.
A simple vista parece claramente prima hermana de nuestra popular pastafrola, a mí me gusta pensar que sí: esta es mi versión de la Linzer Torte de la pastelería europea, algunos ingredientes son diferentes porque usé los que tenemos a mano aquí en mis pagos. De eso se trata la alquimia de la cocina...al viajar de un lado a otro las recetas van mutando, adoptando nuevas formas más parecidas a los paisajes donde se asientan...como nosotros.
En un hermoso rinconcito del centro tucumano, Tea Way, la hacen riquísima. Pero un día me animé a hacerla yo. Es perfecta para lo no tan dulceros, porque lleva dulce de ciruelas o frambuesas que le regalan una acidez muy bienvenida. Está buena para convidar pero lo cierto es que yo la hago especialmente para mí, para sacarme una sonrisa, levantar cualquier mal día y dejarme llevar...


Elementos

150 gr. de nueces tostadas y molidas (si tenés avellanas o almendras mejor!)
200 gr, harina 0000 (o si te animás poné un poco menos de harina 0000 y un poco de harina integral extrafina)
150 gr. de manteca fría
3 yemas grandes
1 cdita. de polvo de hornear
100 gr, azúcar
1 cucharada de cacao amargo
1 cdita. especias de repostería
1 cdita. de canela
ralladura de limón
chorrito de agua fría (apenas)

Para el relleno:
Medio kilo de dulce de ciruelas o frambuesas (fijáte que tenga buena consistencia...si es demasiado líquido se va a caer por los bordes de la tarta)

Alquimia

1.Tamizamos todos los ingredientes secos. Procesamos junto a la manteca cortada en trocitos y la ralladura. Si no tenés procesadora lo vas trabajando con la yema de los dedos hasta lograr un arenado. 2. Luego incorporamos las yemas y el chorrito de agua hasta formar un bollo. Unimos todo bien sin amasar. Achatamos y guardamos en la heladera un buen rato...No vamos a hacer otra cosa mientras tanto!

3. Encendemos el horno a temperatura media. 
Sacamos la masa y reservamos un tercio para hacer luego las tiras que van encima. 

4. La estiramos con un palote espolvoreando con un poco de harina la mesada y la masa. Si vemos que se quiebra demasiado, lo que hacemos es cortar trozos e ir forrando con ellos un molde clásico de tarta, No es necesario que quede muy muy fina porque es una masa exquisita gracias a los frutos secos y la manteca.

5. Ahora, acomodamos el dulce por toda la masa, con generosidad. 

6. El último paso es el más difícil, al menos para mí que soy un poco desprolija. Debemos estirar el tercio de la masa restante e ir cortando tiras que distribuiremos en forma vertical y horizontal, como en la pastafrola. Serán unas diez en total.
(Si definitivamente no te salen y se te rompen cuando querés trasladarlas a la tarta, te conviene hacer choricitos y achatarlos un poco. Si sos muy profesional, podés hacer las tiras y cortarlas con un cuchillo bien prolijas, llevarlas a la heladera unos minutos y luego colocarlas en la tarta, para que mantengan mejor la forma)

7. Pintamos con huevo batido las tiras y el borde o con una mezcla de miel diluida en un poquito de agua tibia.

8- Al horno moderado por unos 45' a una hora. A que no vas a poder esperar que se enfríe!!




2 comentarios:

  1. Dia otoñal en traslasierra , con su permiso me llevo esta receta par estar a tono
    Besos y te extraño , ya lo sabes !!

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